Me pongo en contacto con vosotros
para comunicaros que dejo mi cargo como presidenta de la AMPA. Los motivos que
me han llevado a tomar esta decisión son entre otros la desconfianza y el
desánimo.
Desconfianza de algunos padres que,
no dando la cara, expresan en corrillos que la AMPA no les representa, que no
hacemos bien las cosas, que miramos por nuestro interés y no por el del resto
de padres. A estos padres, les diría que si no se sienten representados, lo
siento con todo el alma, pero que recuerden que la AMPA la formamos también padres y
madres; padres y madres que tratan de hacer que la educación de sus hijos sea
la mejor, y por ello, han luchado todo un curso en separar las instalaciones
del hotel de las del colegio, han conseguido que se amplíe la oferta educativa
(extraescolares, clases de Cambridge y aula de estudio), han propuesto
actividades atractivas para sus hijos (fiestas y talleres), han luchado porque
la comunicación con el centro sea más efectiva (e-mails, blog, web), han dejado
su tiempo en reuniones para lograr que el centro de un paso al frente en muchos
aspectos y otras muchas cuestiones que serían largas de enumerar. No puedo
negar la evidencia de que aún queda mucho camino por recorrer, por ello,
invitaría a esos padres, padres que saben cómo se hacen las cosas y cómo se
consigue lo que uno se propone, a que tomaran las riendas de esta asociación y
que sean ellos los que nos representen, ya que nosotros no hemos sabido
hacerlo.
Desánimo porque se escuchan mucho
más dos quejas que cincuenta aplausos, y porque a pesar de invertir muchísimas
horas en hacer todo lo posible por este centro y sus alumnos, no olvidemos que
yo también soy madre, no me quedan más fuerzas para seguir luchando por los
demás. Porque a pesar de que algunos padres opinen que podemos tener algún
privilegio, el único privilegio que existe es la satisfacción por trabajar por
nuestros hijos, el orgullo por mediar en todo lo posible y solucionar los
problemas que nos preocupan, la alegría de ver cómo se van cambiando poco a
poco las cosas que no nos gustan y la seguridad de que todo lo que hacemos lo
hacemos de corazón. Ningún miembro de AMPA recibe compensación económica
alguna, se trabaja sin horarios en intentar solucionar problemas y en preparar actividades
que todos podamos disfrutar, se entrega nuestro tiempo en reuniones, asambleas,
comités de convivencia, consejos escolares, se llevan los problemas de los
demás a casa y se convierten en los suyos propios…
Por todas estas razones, me veo
en la obligación moral de dejar mi cargo a disposición de la asociación, no sin
antes decir también que sigo estando a vuestro servicio como madre, que podéis
contar con lo que esté en mi mano por seguir haciendo que este centro avance en
la dirección correcta y por supuesto, dar las gracias a todos aquellos que en
la medida de sus posibilidades nos han ayudado a conseguir logros por pequeños
que éstos hayan sido.
Un cordial saludo
Vanessa Laborda Serrano